Cheesecake de Nueva York auténtico: receta fácil y deliciosa

La tarta de queso es un postre clásico que se ha hecho popular en todo el mundo, pero la auténtica tarta de queso al estilo de Nueva York tiene un lugar especial en el corazón de los amantes de los postres. Con su textura cremosa y densa y su deliciosamente crujiente corteza, esta receta de tarta de queso es fácil de preparar y perfecta para cualquier ocasión. Tanto si celebras un acontecimiento especial como si disfrutas de un dulce aperitivo en casa, esta receta sin duda te impresionará.

Ingredientes

Para la corteza:
– 200 gramos de galletas de vainilla, machacadas finamente
– 90 gramos de mantequilla sin sal, derretida

Para el relleno:
– 900 gramos de queso crema a temperatura ambiente
– 200 gramos de azúcar granulada
– 4 huevos grandes a temperatura ambiente
– 250 mililitros de nata líquida (35% de grasa)
– 3 cucharadas de harina de uso general
– La ralladura de 1 limón
– El zumo de medio limón
– 1 cucharadita de extracto de vainilla

Para la cobertura (opcional):
– 250 gramos de bayas mezcladas (fresas, arándanos, frambuesas)
– 100 gramos de azúcar granulada
– El zumo de medio limón

Instrucciones

1. Preparación de la corteza:
– Precalienta el horno a 180°C (350°F).
– Engrasa el fondo de un molde desmontable redondo de 22 cm (9 pulgadas). Coloca una hoja de papel pergamino en el fondo y vuelve a poner los lados del molde, apretándolos bien. Asegúrate de utilizar un molde desmoldable para evitar cualquier derrame durante el proceso de horneado.
– En un bol, mezcla las galletas digestivas trituradas y la mantequilla derretida, removiendo hasta que todas las migas queden uniformemente recubiertas. Presiona firmemente la mezcla en el fondo del molde preparado para formar la corteza.
– Coloca el molde en el horno precalentado y hornéalo durante unos 10 minutos. Cuando esté listo, sácalo del horno y déjalo enfriar mientras preparas el relleno.

2. Preparación del relleno:
– En un bol grande, bate el queso crema y el azúcar con una batidora eléctrica a velocidad media hasta que estén suaves y cremosos, unos 2 minutos. Raspa los lados y el fondo del bol para asegurarte de que no hay grumos. Pasa la batidora a velocidad baja y añade los huevos uno a uno, mezclando sólo hasta que estén combinados con cada adición. Ten cuidado de no batir en exceso.

3. Vierte la nata, añadiendo la ralladura y el zumo de limón, y la esencia de vainilla. Mezcla a baja velocidad hasta que el relleno esté completamente integrado y suave. Cuando esté listo, vierte el relleno sobre la corteza preparada en el molde desmontable y alisa la superficie con una espátula.

4. Horneado de la tarta de queso:
– Baje la temperatura del horno a 160°C (325°F).
– Prepare un baño María para la tarta de queso colocando una sartén grande y poco profunda llena de agua caliente en la rejilla central del horno. El vapor del agua caliente ayudará a cocer uniformemente y a reducir las grietas de la tarta de queso. El baño María también evita que la tarta de queso se cueza poco.
– Coloca suavemente el molde de la tarta de queso en el centro del horno. Hornea durante unos 50-60 minutos, o hasta que la tarta de queso esté cuajada y el centro se tambalee ligeramente.

5. Una vez hecha la tarta de queso, apaga el horno y abre ligeramente la puerta para que la tarta se enfríe gradualmente en el horno. Este enfriamiento gradual ayuda a evitar que la tarta de queso se resquebraje. Déjala enfriar en el horno unos 30 minutos con la puerta entreabierta.

6. Una vez que la tarta de queso se haya enfriado, sácala del horno y déjala apartada a temperatura ambiente durante 30 minutos. A continuación, cúbrela con film transparente y déjala en la nevera durante al menos 4 horas, preferiblemente toda la noche, antes de servirla. Este tiempo de enfriamiento permite que los sabores se fundan y que el pastel adquiera una consistencia cremosa perfecta.

7. Opcional: Preparar la cobertura:
– En un cazo, combina las frutas rojas, el azúcar y el zumo de limón. Cocina a fuego medio, removiendo suavemente, hasta que la mezcla espese ligeramente y las bayas hayan soltado sus jugos, unos 10 minutos. Retira del fuego y deja que la cobertura se enfríe completamente. Una vez fría, vierte la cobertura de bayas sobre la tarta de queso fría antes de servirla. Sirve la tarta de queso fría y disfruta del rico y cremoso placer de una auténtica tarta de queso al estilo de Nueva York, perfecta para cualquier ocasión especial o como delicioso capricho casero.

Instrucciones

1. Preparación de la base:
– Precalienta el horno a 175ºC (350ºF).
– Engrasa un molde desmontable redondo de 23 cm (9 pulgadas) con mantequilla. También puedes forrar el fondo con papel pergamino para facilitar la extracción de la tarta de queso más tarde.
– En un bol mediano, combina las galletas digestivas trituradas y la mantequilla derretida. Mezcla hasta que las migas estén bien recubiertas. Presiona firmemente la mezcla en el fondo del molde engrasado para formar una base uniforme. Hornea en el horno precalentado durante 10 minutos. Saca del horno y déjalo enfriar mientras preparas el relleno.

2. Preparación del relleno:
– En un bol grande, bate el queso crema y el azúcar a velocidad media hasta que estén suaves y cremosos. Añade los huevos, uno a uno, batiendo bien después de cada adición. Raspa los lados del bol para asegurarte de que todos los ingredientes estén bien mezclados. Añade la nata, la harina, la ralladura de limón, el zumo de limón y el extracto de vainilla. Mezcla a baja velocidad hasta que el relleno esté suave y bien combinado. Ten cuidado de no batir en exceso.

3. Vierte el relleno de queso crema sobre la corteza preparada en el molde. Alisa la superficie con una espátula. Golpea suavemente el molde sobre el mostrador para liberar las burbujas de aire atrapadas en el relleno.

4. Cocinar el pastel de queso:
– Baje la temperatura del horno a 150°C (300°F).
Coloque un asador grande en la rejilla del horno medio. Vierte cuidadosamente agua caliente en la bandeja, creando un baño de agua para la tarta de queso. Esto ayudará a cocer suavemente la tarta de queso y a evitar que se agriete. – Coloca con cuidado el molde de la tarta de queso en el centro del horno, directamente sobre la rejilla del horno. Hornea durante 45-50 minutos, o hasta que los bordes estén cuajados y el centro tiemble ligeramente. Cuando esté hecha, apaga el horno y deja la tarta de queso dentro con la puerta entreabierta durante 30 minutos. Este enfriamiento gradual ayudará a evitar que la tarta de queso se resquebraje.

5. Cuando la tarta de queso se haya enfriado en el horno, sácala del horno y déjala enfriar completamente a temperatura ambiente. Una vez fría, tápala con film transparente y métela en la nevera durante al menos 4 horas, o toda la noche, para permitir que los sabores se fundan y la tarta de queso se cuaje a la perfección.

6. Opcional: Preparar la cobertura:
– En un cazo mediano, combina las bayas mixtas, el azúcar y el zumo de limón. Cocina a fuego medio, removiendo suavemente, hasta que la mezcla espese y las bayas se hayan ablandado, unos 10 minutos. Retira del fuego y deja que la mezcla se enfríe a temperatura ambiente. Vierte la cobertura de bayas sobre la tarta de queso fría justo antes de servirla.

Servir y guardar la tarta de queso

– Precalienta el horno a 175ºC (350ºF).

1. Para servir la tarta de queso, pasa con cuidado un cuchillo pequeño o una espátula fina por el borde interior del molde para desmoldarla. 2. Para obtener una tajada limpia, sumerge el cuchillo o la espátula en agua caliente y sécalo con un trapo limpio y sin pelusa entre corte y corte. 3. Puedes guardar la tarta de queso cubierta en el frigorífico durante un máximo de 5 días. También puedes congelarla para almacenarla más tiempo. Para congelarla, envuelve las porciones individuales o la tarta entera de forma segura con film transparente y papel de aluminio. Descongela la tarta en el frigorífico antes de servirla. Disfruta de esta delicia rica y cremosa que seguro que impresiona con su lujosa textura y sus sabores clásicos.

Conclusión

Para los amantes de los postres y los que quieran probar una receta clásica e icónica, la auténtica tarta de queso de Nueva York es algo que hay que probar. Con una textura cremosa y densa, combinada con una base crujiente y la opción de una deliciosa cobertura de frutas, esta tarta de queso es un delicioso y sencillo postre para disfrutar. Sigue esta sencilla receta y sorprende a tus seres queridos con el sabor de la Gran Manzana.

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